La imagen arriba posteada refleja mi infancia: Mi relación con ese aparato anguloso lleno de posibilidades era de franca amistad, incondicional. Aún más cuando llegó el cable.
Sin embargo, llegaron a mis manos y a mis ojos lecturas esenciales que si bien no me alejaron tanto de la televisión, sí me presentaron mundos repletos de maravillas.
Sea éste un espacio para compartir y fomentar más experiencias como la que todos los aquí contribuyentes han vivido al olvidar un compromiso por continuar leyendo un capítulo, una hoja, un renglón más.
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